Tesis:

La presencia de lo ausente : estrategias de transformación del espacio: ideal vs virtual


  • Autor: JIMÉNEZ DE TEJADA BENAVIDES, César María

  • Título: La presencia de lo ausente : estrategias de transformación del espacio: ideal vs virtual

  • Fecha: 2021

  • Materia: Sin materia definida

  • Escuela: E.T.S. DE ARQUITECTURA

  • Departamentos: PROYECTOS ARQUITECTONICOS

  • Acceso electrónico: https://oa.upm.es/69524/

  • Director/a 1º: APARICIO GUISADO, Jesús María

  • Resumen: La tesis doctoral La presencia de lo ausente. Estrategias de transformación del espacio: ideal vs virtual establece un debate arquitectónico entre los elementos de varios binomios de opuestos, como en el caso que nos ocupa: presencia/ ausencia, poniendo especial atención en el intervalo, la secuencia entre las partes y los espacios entre las cosas, el entresitio, para impulsar el análisis y transformación en el desarrollo del proyecto arquitectónico. La tesis arranca con referencias externas que condicionan la manera de proyectar los análisis posteriores de obras arquitectónicas bajo la influencia de la percepción del extrañamiento. Estos se ordenan en tres capítulos donde los proyectos seleccionados se agrupan bajo términos de horizontalidad, verticalidad e interioridad. Estos análisis se amplían en el anexo, individualmente, por edificios, a modo de fichas, que contienen datos básicos y bibliografía, y un estudio amplio de la obra, con interpretaciones propias sobre cada una, a través de dibujos (isométricas, egipcias, secciones y alzados), siguiendo una noción extendida del concepto del extrañamiento; no buscando condiciones ideales de los edificios sino condiciones virtuales que llevan a la percepción de la presencia de lo ausente en la arquitectura contemporánea, permitiendo al arquitecto avanzar más allá de la tradicional comprensión modernista. La primera referencia externa es la semiosis de Charles Sanders Peirce (1839- 1914), la base fundamental de la comunicación, con la tríada formada por el «signo», «objeto» e «interpretante», donde se produce una relación de estímulo y reacción entre dos polos, el que estimula y el estimulado. El signo es el estímulo que para producir reacción necesita de un catalizador o mediador, «un tercer elemento: el interpretante» y que hace que el signo «represente su objeto para el destinatario». La teoría de Peirce es la que permite profundizar con mayor precisión en el estudio de la arquitectura y otras disciplinas artísticas, por ser un método que establece un «sistema relacional», con su concepción triádica del signo y por la componente de tiempo que incorpora el «interpretante». A partir de la década de los años sesenta la división también triádica del signo peirceano: Icono, Índice y Símbolo y así mismo su clasificación triádica de relaciones: Primeridad, Segundidad, Terceridad, hicieron posibles múltiples análisis de la realidad desde las artes y la arquitectura. La segunda referencia utilizada es la obra del norteamericano Paul Ryan (1943- 2013), el videoartista conceptual y teórico de la comunicación. Me interesa por su aproximación a la resolución de conflictos vía su Circuito Relacional, que surge de la combinación de las categorías de Peirce con las teorías cibernéticas de Gregory Bateson. Ryan desarrolla en dos formas el Circuito Relacional: una espacial en 3D, con relaciones en continuidad de autoinclusión, dentro/fuera, con distintos grados de interioridad a través de tomas en vídeo del proceso de forma sucesiva. Y la otra variante 2D, threeing, donde tres o más elementos (personas u objetos) resuelven conflictos por medio de las relaciones de posición, sin jerarquías. El Circuito Relacional es el «timonel» (cyber, de las naves de la Grecia Clásica) de un sistema complejo, porque proporciona un método permanente de auto-ajuste a través de la identificación de diferencias en el sistema donde la supervivencia del sistema va unido a su evolución. La influencia de las tríadas de Peirce en manos de Paul Ryan con su Circuito Relacional, permite al arquitecto establecer varias interpretaciones entre objetos y sujetos como si se resolvieran conflictos de cualquier índole entre todos ellos. De manera que el arquitecto no se considerará metafóricamente tanto como un creador y director de orquesta, sino como el «cyber» de la nave que continuamente crea, dirige, reinterpreta y reacciona. El concepto de «la presencia de lo ausente» supone el motor que revela distintos gradientes que afectan al espacio y su profundidad, desde la ocultación al revelamiento y viceversa, desde la inclusión y la exclusión, en definitiva, establecer las estrategias de transformación del espacio que permitan abrir nuevas vías de investigación del pensamiento y de la práctica arquitectónica, para emprender transformaciones espaciales que rompan los límites establecidos. Lo que en palabras del filósofo americano William James, coetáneo y próximo a Peirce, como fundadores del pragmatismo, se entiende por «lo que realmente existe no son cosas sino cosas en transformación». Esta tesis plantea y justifica diferentes conceptos arquitectónicos, pero dejando muchas de las preguntas en el aire; preguntas que esperan respuestas que sería imposible pretender abarcar en las páginas posteriores. Una tesis que aspira a ser «una buena interrogación sin respuesta cierta [pero con respuestas]. Como todas las buenas preguntas» (como escribiera Jean Baudrillard en Pantalla Total, 2000). ----------ABSTRACT---------- The doctoral thesis The presence of the absent. Transformation strategies of the ideal space vs virtual establishes an architectural debate between the elements of several pairs of opposites, as in the case at hand: presence / absence, paying special attention to the interval, the sequence between the parts and the spaces between things, the in-between, to promote the analysis and transformation in the development of the architectural project. The thesis starts with external references that determine the way of projecting the subsequent analyzes of architectural works under the influence of the perception of estrangement. These are arranged in three chapters where the selected projects are grouped under terms of horizontality, verticality, and interiority. These analyzes are expanded in the annex, individually, by buildings, in the form of files, containing basic data and bibliography, and a broad study of the work, with its own interpretations on each one, through drawings (isometric, Egyptian, sections and raised), following an extended notion of the concept of uncanny; not looking for ideal building conditions but virtual conditions that lead to the perception of the presence of the absent in contemporary architecture, allowing the architect to advance beyond the traditional modernist understanding. The first external reference is the semiosis of Charles Sanders Peirce (1839- 1914), the fundamental basis of communication, with the triad formed by the “sign”, “object” and “interpreting”, where a relationship of stimulus and reaction between two poles, the one that stimulates and the one that is stimulated. The sign is the stimulus that needs a catalyst or mediator to produce a reaction, “a third element: the interpreter” and that makes the sign “represent its object for the addressee.” Peirce’s theory is the one that allows us to delve more precisely into the study of architecture and other artistic disciplines, as it is a method that establishes a «relational system», with its triadic conception of the sign and because of the time component that incorporates the “Interpreter.” Starting in the sixties, the also triadic division of the Peircean sign: Icon, Index and Symbol and also its triadic classification of relationships: Firstness, Secondness, Thirdness, made possible multiple analyzes of reality from the arts and architecture. The second reference used is the work of the American Paul Ryan (1943-2013), the conceptual and theoretical video artist of communication. I am interested in his approach to conflict resolution via his Relational Circuit, which arises from the combination of Peirce’s comprehensive categories with Gregory Bateson’s cybernetic theories. Ryan develops the Relational Circuit in two ways: a spatial one in 3D, with relationships in continuity of self-inclusion, inside / outside, with different degrees of interiority through video shots of the process successively. And the other 2D variant, threeing, where three or more elements (people or objects) resolve conflicts through position relationships, without hierarchies. The Relational Circuit is the «helmsman» (cyber, of the ships of Classical Greece) of a complex system, because it provides a permanent method of self-adjustment through the identification of differences in the system where the survival of the system is linked to its evolution. The influence of Peirce’s triads in the hands of Paul Ryan with his Relational Circuit, allows the architect to establish various interpretations between objects and subjects as if conflicts of any kind were resolved between all of them. Thus, the architect will not metaphorically consider himself so much as a creator and conductor, but as the “cyber” of the ship that continually creates, directs, reinterprets and reacts. The concept of “the presence of the absent” is the engine that reveals different gradients that affect space and its depth, from concealment to revelation and vice versa, from inclusion and exclusion, in short, establishing strategies for the transformation of space that allow to open new opportunities of investigation of the architectural thought and practice, to undertake spatial transformations that break the established limits. What in the words of the American philosopher William James, contemporary and close to Peirce, as founders of pragmatism, is understood by “what really exists are not things but things in the making.” This thesis raises and justifies different architectural concepts but leaving many of the questions in the air; questions that await answers that it would be impossible to pretend to cover in subsequent pages. A thesis that aspires to be “a good question without a certain answer [but with answers]. Like all good questions» (as Jean Baudrillard wrote in Screened Out, 2002).