Tesis:

El McCormick Tribune Campus Center como síndrome. Koolhaas frente a Mies


  • Autor: GÓMEZ-VALCÁRCEL GÓMEZ, Daniel

  • Título: El McCormick Tribune Campus Center como síndrome. Koolhaas frente a Mies

  • Fecha: 2021

  • Materia: Sin materia definida

  • Escuela: E.T.S. DE ARQUITECTURA

  • Departamentos: PROYECTOS ARQUITECTONICOS

  • Acceso electrónico: https://oa.upm.es/70043/

  • Director/a 1º: FERNÁNDEZ-GALIANO RUIZ, Luis Antonio

  • Resumen: Arquitectura como forma de pensamiento El McCormick Tribune Campus Center [MTCC] constituye un ejemplo del objetivo que Rem Koolhaas declaraba en los inicios de su carrera profesional: producir una arquitectura conceptual, “dar una expresión a ideas que son plenamente abstractas”. Un rasgo común de la producción artística englobada bajo el término conceptual es la cesión de parte de la responsabilidad sobre la experiencia estética, tradicionalmente soportada por la pericia del artista, a la capacidad interpretativa del espectador. En esta evolución se modifican los estatutos de la obra, que pierde parte de su aura a favor del proceso, y del artista, que pierde parte de su autoría en favor del espectador. El artista, así, reta al espectador a internarse en “un campo de discusión sobre los mudables significados culturales de imágenes, lenguajes y representaciones” [Buchmann 2002: 70]. En correspondencia, el análisis crítico de una pieza de arquitectura que se postule como conceptual invitaría a tomar el guante de la labor interpretativa del significado cultural de las imágenes, lenguajes y representaciones presentes en -o inducidas por- el objeto arquitectónico. Ése es el ámbito conceptual de la tesis. Koolhaas manifiesta, en la defensa de la propuesta de concurso ante el jurado, su intención de “convertir el desorden del mundo en un concepto” construido. Esa declaración respondería a las bases del concurso, que requerían un edificio expresivo del espíritu de su época -en explícita puesta al día de la ambición que Mies alentaba en su propia obra, y que manifestó cumplida en el vecino Crown Hall. La configuración de un concepto, matriz del proceso de definición arquitectónica, requeriría un constructo integrador de los argumentos portadores de las ideas plena-mente abstractas a comunicar. Dado que Koolhaas rechaza la inspiración y su método requiere decisiones racionales apoyadas en un examen exhaustivo de la realidad contextual de cada proyecto -incluso la más banal-, la investigación rastrea los indicios que pudieran reconstituir ese constructo, una plausible argumentación estructurada del concepto matriz: textos y declaraciones de Koolhaas; documentos de desarrollo del proyecto, instrucciones y comentarios entre Koolhaas y el equipo de desarrollo en OMA; y, por supuesto, el edificio construido. Contexto La construcción de un concepto requiere argumentos. Koolhaas los extrae de un análisis exhaustivo, racional y crítico del contexto en -al menos- tres estratos y/o escalas diferentes: - Histórico y cultural: las características del espacio arquitectónico de la postmodernidad, determinado por el mercado. Al respecto, la investigación revela recurrentes evocaciones del trabajo de Fredric Jameson, uno de los más relevantes teorizadores de los rasgos culturales de la época que Koolhaas está tratando de representar: la postmodernidad, formulada por Jameson como “Lógica cultural del capitalismo tardío”. Declaradamente interesado en la arquitectura y estudioso de la obra escrita y proyectual de Koolhaas, Jameson aporta argumentos teóricos de soporte a inquietudes, términos, conceptos e imágenes presentes en este proyecto. - Disciplinar: la relación con la obra y el mito de Mies van der Rohe. - Urbano y social: la conflictiva relación con el emplazamiento en el campus del IIT, Bronzeville, en pleno South Side de Chicago. Tanto la relación con la figura de Mies -omnipresente, en el IIT como en Chicago- como la condición del emplazamiento del IIT conducen hacia Berlín: el Berlín del buen Mies, pero también el Berlín dividido por el Muro que produjo una epifanía arquitectónica en el joven Koolhaas. La evocación de la capital alemana también se hace presente en la aproximación conceptual a la ciudad en miniatura cuya disposición adopta la propuesta de concurso. Ésta recupera conceptos de un trabajo llevado a cabo con Oswald Mathias Ungers, haciendo emerger la influencia seminal de este profesor y colega en el Koolhaas primerizo. Estos tres estratos de análisis contextual tienen sus correlatos textuales: Junkspace, Miestakes, Black Metropolis. Operan a modo de manuales interpretativos para la lectura conceptual del edificio. Contingencia material Koolhaas desborda el planteamiento disciplinar, poniendo el desarrollo material del proyecto -lo que entenderíamos como proyecto arquitectónico- al servicio del constructo que estructura la configuración del concepto matriz. Esa actitud ignora la acepción de inevitabilidad -unidad y coherencia formal- bajo la cual es diseñada la arquitectura canónica de la modernidad; especialmente, la declara-da por Mies. Los recursos estructurantes, compositivos o constructivos son meros subproductos de un proceso más ambicioso; en ningún caso, a mi juicio, elementos constituyentes. Las funciones comunicativas asociadas, bajo los principios del Movimiento Moderno a la geometría, la estructura, la escala, la composición o la elección de los materiales son subordinadas en este proyecto a la fenomenología, que, bajo un lenguaje pop, adquiere una cualidad histriónica. En suma, lo que los arquitectos “de nuestra Edad y nuestra geografía”, en términos foucaultianos, entendemos por arquitectura adquiere aquí -en Chicago, en el campus del IIT, rodeado de edificios de Mies-, bajo la interpretación conceptual que Koolhaas ofrece del espíritu de su tiempo, un carácter instrumental. O, mejor: contingente. ----------ABSTRACT---------- Architecture as a way of thinking The McCormick Tribune Campus Center [MTCC] building is an example of the goal Rem Koolhaas set in his early professional career: to produce a conceptual architecture, “to give expression to fully abstract ideas”. A common feature of artistic production encompassed under the term “conceptual” is the transfer of a portion of the responsibility for the aesthetic experience, traditionally supplied by the artist's expertise, to the interpretive capacity of the spectator. Within this evolution, both the statutes of the artwork and the author are modified, as the first loses part of its aura in favor of the process, and the last loses part of his authorship in favor of the spectator. Thus, the artist challenges the latter to enter “a field of discussion about the shifting cultural meanings of images, languages and representations” [Buchmann 2002: 70]. In return, the critical analysis of a piece of architecture aimed as conceptual would invite us to accept the challenge of the interpretive work of the cultural meaning of the images, languages and representations present in -or induced by- the architectural object. This is the conceptual scope of the thesis. Koolhaas expresses, at the proposal defense before the competition jury, his aim “to accept the world in all its sloppiness and, somehow, make that into a [built] concept”. This statement would reply to the rules of the competition, that requested a building expressive of the spirit of its age -as an explicit update of the Mies’s ambition about its own work, fulfilled, as he claimed, in the nearby Crown Hall. The configuration of a concept that would perform as the matrix of architectural definition process would require an integrating construct to all the plots that would express the fully abstract ideas likely to be communicated. As Koolhaas rejects imagination as a driver for the project, and his method demands rational decisions supported by a thorough exam of the contextual reality -even the most banal- in each and every project, the investigation tracks the clues that might reconstitute that construct, a justifiable structured reasoning of the matrix concept: Koolhaas’s texts, interviews and statements; working documents of the project, instructions and comments between Koolhaas and the working team at OMA; and, of course, the building. Context The construction of a concept requires arguments. Koolhaas draws them from a thorough, rational, critical analysis of the context at -at least- tree levels and/or scales: - Historical and cultural: the characteristics of the architectural space of modernism, determined by capitalism. In this regard, research reveals recurring echoes of the work of Fredric Jameson, one of the most relevant theorists of the cultural features of the epoch Koolhaas is trying to represent, Postmodernism. The western, inherently american cultural shifting produced during the last third of the XX century is defined by Jameson as the “cultural logic of late capitalism”. Openly interested in architecture and, specifically, in the Koolhaas’s projects and writings, he provides theoretical foundation arguments for images present in that project. - Architectural: relations with the built work and myth of Mies van der Rohe. - Urban and social: the troubled relationship between the IIT and its afro-american neighborhood, Bronzeville, in the middle of the Chicago South Side. Both the relationship with the Mies’s figure -omnipresent at IIT and at Chicago downtown- and the condition -a very often used concept by Koolhaas- of the IIT site point at Berlin. The Berlin of the good Mies, but also the city split by a Wall that once produced an epiphany in a young Koolhaas. The evocation of the German capital also emerges in the conceptual approach to the miniature city implicit in the competition proposal. It recovers concepts from a work jointly carried out by Koolhaas and Oswald Mathias Ungers in 1977, bringing to light the seminal influence of this professor and colleague in the early Koolhaas. These three layers of contextual analysis have their correlative writings: Junkspace, Miestakes, Black Metropolis. They operate as interpreting manuals for the conceptual reading of the building. Material contingency Koolhaas exceeds the disciplinary approach, putting the material development of the project -what we would assume as architectural project- at the service of the construct that would structure the matrix concept. This attitude ignores the sense of inevitability -unity and formal coherence- under which the canonical architecture of modernism is designed. Specially, the inevitability performed and stated by Mies. Here, the structuring, compositional or building principles are mere derivatives of a more ambitious process. In my opinion, under no circumstances they are constituent elements. Furthermore, the communicational functions associated, under the modernist principles, to geometry, structure, scale, composition or materials’ choices are subordinated in this project to the phenomenology that -under a pop language- acquires a histrionic grade. In short, what we the architects “of our epoch and geography” -in foucaultian terms- assume as architecture acquires here -at Chicago, at the IIT campus, surrounded by some twenty Mies’s buildings- under the conceptual interpretation offered by Koolhaas of the age spirit, an instrumental nature. Or, better: a contingent nature.