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Tesis:

Teatralidad en casa: La arquitectura doméstica y la diva.


  • Autor: BRESNICK HECHT, Adam Lee

  • Título: Teatralidad en casa: La arquitectura doméstica y la diva.

  • Fecha: 2008

  • Materia: Sin materia definida

  • Escuela: E.T.S. DE ARQUITECTURA

  • Departamentos: PROYECTOS ARQUITECTONICOS

  • Acceso electrónico:

  • Director/a 1º: VICENS Y HUALDE, Ignacio

  • Resumen: La diva o el divo, es una persona pública, un sujeto cuya artística condición laboral lo convierte en un ciudadano diferente. La diva no es ni masculina ni femenina, es un hombre, una mujer; todo un personaje cuya personalidad pública se confunde y se funde con su ser privado. La diva, en términos arquitectónicos, no presupone una profesión concreta o un género definido. Se incluyen todas aquellas personas que por su trayectoria y estatus estén envueltas en un halo de excepcionalidad, ficticio o no, merecido o no, que los eleva a esta categoría. Una diva como cliente es otro tipo de sujeto, que no incorpora necesariamente las expectativas y normas tradicionales sobre los papeles dentro del ámbito doméstico. La diva es aquel o aquella cuyo trabajo es ser otro, interpretando o asumiendo a otros, como los actores o los cantantes de ópera, o incluso auto-interpretándose, como en el caso de otro tipo de celebridades. Ser diva es un estado psicológico. Los arquitectos de éxito a veces son divos. Su actuación, entonces, ha de ser siempre original y sólo consideran adecuado un marco extraordinario. El estudio de sus viviendas o sus lugares de trabajo es revelador de una concepción que entiende la casa como una prolongación de su comportamiento. La tesis analiza una serie de obras para ilustrar el concepto de la casa de la diva, comenzando con la vivienda de la actriz María Guerrero, ubicada literalmente encima del teatro que en la actualidad lleva su nombre. A continuación tres casos permiten, a modo de introducción, ver la metodología empleada en la elaboración de la tesis: las casas-estudios de la pareja Diego Rivera y Frida Kahlo, la casa del matrimonio de Dolores del Río y Cedric Gibbons y, finalmente, la casa de Billy Wilder. Son dos casos distintos a los ejemplos desarrollados con mayor profundidad en los cinco capítulos siguientes; son viviendas de matrimonios compuestos por dos divas. Por último, la casa de Wilder permite el análisis del retrato hollywoodiense más preciso de la diva, su vivienda y su contraparte en la vida del creador de este retrato. Todas las obras estudiadas, menos el ejemplo de la obra auto-construida por la Guerrero, emplean una arquitectura decididamente moderna dentro de su contexto histórico. Manejan una arquitectura que cuestiona la definición del hogar, la relación entre espacio público y espacio privado y reformula la composición de la casa en su disposición espacial. En el estudio de las casas ejemplares de las divas en los siguientes capítulos, el orden es cronológico y, salvo la primera, todas datan del siglo XX. La primera obra es el parisino Hôtel Guimard, del arquitecto Claude-Nicolas Ledoux, construido en el siglo XVIII. Enlaza la investigación con el origen de la arquitectura moderna, en el momento histórico en que se codificó como disciplina. Las otras cuatro obras que se analizan son: la casa para Josephine Baker de 1927 en París obra del arquitecto austríaco Adolf Loos; el ático para Charles de Beistegui en los Campos Elíseos de la misma ciudad, de 1930-1931 del suizo Le Corbusier; la casa para Josef Von Sternberg en Los Ángeles, California en 1936 del también austriaco Richard Neutra y finalmente la Glass House diseñada por Philip Johnson para Philip Johnson en New Canaan, Connecticut, construida en 1949. Estos cinco ejemplos siguen diferentes variantes de una arquitectura moderna, cada caso reformula el concepto de un espacio domestico donde lo estrictamente privado deja de serlo, donde la cara publica del hogar toma un aspecto desproporcionado con las expectativas de la casa tradicional. Son cinco obras de arquitectos comprometidos con un concepto de modernidad, y permiten una lectura poliédrica que entrelaza una arquitectura que prima la representación y no solo la función. Este análisis explicita la interrelación entre la personalidad de la diva y la arquitectura dentro de un contexto sociológico y biográfico, revelando tanto sobre el temperamento del ocupante como de la significación de la construcción dentro de la obra del arquitecto. La construcción se nos muestra finalmente como una simbiosis entre personalidades, donde la teatralidad dinamiza y se convierte en signo del hogar.