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Tesis:

Fernández del Amo: Aportaciones al arte y la arquitectura contemporáneas.


  • Autor: CORDERO AMPUERO, Angel

  • Título: Fernández del Amo: Aportaciones al arte y la arquitectura contemporáneas.

  • Fecha: 2014

  • Materia: Sin materia definida

  • Escuela: E.T.S. DE ARQUITECTURA

  • Departamentos: COMPOSICION ARQUITECTONICA

  • Acceso electrónico: http://oa.upm.es/30980/

  • Director/a 1º: BALDELLOU SANTOLARIA, Miguel Angel

  • Resumen: La tesis plantea una profundización crítica sobre la figura de José Luis Fernández del Amo, con el objetivo de integrar sus diversas aportaciones a la renovación cultural española: arquitecto y urbanista, promotor del arte de vanguardia y referencia ideológica en la superación de la crisis intelectual de posguerra. Así, su actividad polifacética se comprende como el resultado de unos principios éticos y un proceso evolutivo interdependiente, asociado a las vicisitudes históricas, sociales y personales. En los nuevos pueblos proyectados por Fernández del Amo para el Instituto Nacional de Colonización, sus aportaciones están reconocidas como pioneras en la adaptación del discurso del movimiento moderno a la escala rural, a menudo en contra de las inercias de la propia institución. Más allá de esta aportación, en los casos más celebrados por la crítica internacional se identifica una íntima conexión entre el ser humano y su paisaje, articulada a través del espacio urbanizado. Como modelo ejemplar para la suburbanización del siglo XXI, a través de la mínima intervención del arquitecto, la trascendencia de su planeamiento se vincula a la memoria del lugar. De acuerdo a estos mismos principios, identificados desde los orígenes del movimiento moderno con la recuperación del anonimato medieval, la arquitectura se integra con el arte incluso en sus más humildes manifestaciones. La tradición de la Escuela de Beuron y la renovación de la Iglesia católica, en pos de sus orígenes, catalizan en claves contemporáneas en las iglesias de los nuevos pueblos de colonización, como obra colectiva donde jóvenes arquitectos y artistas suman sus energías a la renovación estética (e ideológica) de la España de posguerra. Con la crisis de los totalitarismos, las corrientes cristianas renovadoras se configuran como opciones progresistas dentro del régimen de Franco. Así llega Fernández del Amo a ocupar el puesto de Director del nuevo Museo (Nacional) de Arte Contemporáneo, con un proyecto museístico innovador de “arte vivo”, frente a las estructuras academicistas del Museo Nacional de Arte Moderno. Esta posición le permite promover el debate sobre la vanguardia artística y la opción de integrar, con carácter institucional, a las nuevas generaciones de artistas abstractos. De esta forma se cierra un círculo que transfiere a la gestión pública una estructura de carácter íntimo, polarizada en torno a las tertulias artísticas, los grupos profesionales o las redes especializadas: la articulación social de las alternativas de vanguardia. Transmitido entre sus colegas generacionales de posguerra y legado a sus sucesivos discípulos, este papel de Fernández del Amo como agitador desde una posición de ventaja, se desarrolla en paralelo al de otros personajes claves en la crisis del movimiento moderno: el matrimonio británico Alison y Peter Smithson o, en especial, el neerlandés Aldo van Eyck. Y así, la renovación de la arquitectura y el urbanismo occidental llevada a cabo por el Team X, de acuerdo a las nuevas sensibilidades y formas de expresión contemporáneas, se resuelve al igual que en España en un mismo medio social de integración del arte y la arquitectura. Todos estos procesos, sin embargo, acarrean resistencias y contradicciones. Las primeras, evidentes en la España franquista, inexorablemente debilitadas con el tiempo; las segundas, paulatinamente más acusadas a medida que la eficaz promoción del arte de vanguardia anulaba su disposición al anonimato, clave operativa para su asimilación social. En el círculo ideológico planteado por Fernández del Amo, la única solución pasaría por prescindir de los vértices personalistas, a costa del aislamiento o el olvido: primero a través de la ascesis estética y, por último, a través de una práctica tipológica discreta, a riesgo de sacrificar su carácter trascendental.