Tesis:
Temperaturas de Confort e implicaciones energéticas en viviendas climatizadas mecánicamente. Estudio en clima cálido y húmedo.
- Autor: BRAVO MORALES, Gaudy Claret
- Título: Temperaturas de Confort e implicaciones energéticas en viviendas climatizadas mecánicamente. Estudio en clima cálido y húmedo.
- Fecha: 2014
- Materia: Sin materia definida
- Escuela: E.T.S. DE INGENIEROS INDUSTRIALES
- Departamentos: INGENIERIA MECANICA Y DE FABRICACION
- Acceso electrónico: http://oa.upm.es/32901/
- Director/a 1º: MACIAS MIRANDA, Manuel
- Director/a 2º: GONZALEZ CRUZ, Eduardo Manuel
- Resumen: Este trabajo presenta un estudio de campo sobre confort térmico basado en la concepción adaptativa, para la determinación de las temperaturas y rangos de confort térmico de sujetos habituados a espacios enfriados mecánicamente en viviendas con aire acondicionado (AA) en el clima cálido y húmedo de la ciudad de Maracaibo (Venezuela) y las consecuentes implicaciones energéticas que tiene la satisfacción de esa demanda de confortabilidad en el sector residencial de la ciudad. Para la estimación de la temperatura de confort (Tc) y el rango de temperaturas de confort se aplican diferentes metodologías de análisis estadístico, las cuales son comparadas con las respectivas calculadas con el índice PMV; se analizan también otros aspectos asociados a la confortabilidad térmica, tales como las respuestas en las diferentes escalas de valoración de la confortabilidad, las preferencias, experiencias y expectativas térmicas de los sujetos. Las implicaciones energéticas se determinan en base al consumo de la energía eléctrica residencial debido exclusivamente a la variación de la Tc, entre la obtenida inicialmente en espacios naturalmente ventilados (NV) en Maracaibo (Bravo y González 2001a) y la determinada ahora en espacios con AA. Para ello, se utiliza una metodología que es el resultado de la modificación parcial de la propuesta por Yamtraipat et al (2006). Entre los resultados y conclusiones derivadas de este estudio se encuentra que el 57 % de las personas prefieren las mismas condiciones confortables experimentadas en los ambientes con AA y solamente un 30 % prefieren experimentar ambientes ligeramente fríos y ligeramente calientes. Mientras tanto, las estimaciones de la Tc, y el respectivo rango, varían de acuerdo a la metodología empleada. Con la convencional metodología adaptativa, la Tc se estima en 25 °C en un amplio rango de 6 °C, entre 22 °C y 28 °C; mientras que con la metodología denominada “método de los promedios de los intervalos de las sensaciones térmicas” (Gómez-Azpeitia et al, 2007), la misma Tc se estima en 24 °C, en un rango estrecho de 22,5 °C a 25,5 °C y en un rango ampliado de 21 °C a 27 °C (amplitud 6 °C), donde se encuentran las tres cuartas partes de las personas del estudio. Ambas Tc son muy próximas a la temperatura operativa óptima de 24,5 °C (rango de 23 °C a 26 °C) establecida por las normas internacionales ISO 7730:1994 y ASHRAE 55:1992 para el verano en climas templados. Sin embargo, la Tc estimada con los valores de PMV resulta ser superior en 1 °C y 2 °C a la Tc estimada con la metodología adaptativa (25 °C) y con el método de los promedios de los intervalos (24 °C), respectivamente. Con la metodología aplicada y la muestra del estudio se estima que de haberse registrado una Tbsint igual o próxima a 28 C (equivalente a la Tc en espacios NV en Maracaibo) en todos los espacios medidos (con Tbsint entre 19 C y 29 C), el ahorro total de la energía anual sería de 1.648,1 GWh en un año respecto al consumo de AA en el año 2007 (2.522,3 GWh en un año), mientras que el ahorro de energía asumiendo Tbsint de 24 C y de 25 C, resultan en 651,9 GWh en un año y 425,7 GWh en un año, respectivamente. Esto significa respectivos consumos adiciones de energía eléctrica equivalentes al 60,4 % y 74,2 %. Finalmente, los hábitos o conductas adoptadas por las personas de este estudio, sumado a las predominantes manifestaciones de confortabilidad en ambientes enfriados mecánicamente, redundan en mayores adaptaciones a condiciones de frío y exigencias de temperaturas de confort más bajas, con su consecuente consumo energético para proveerlas.