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Tesis:

Atmósferas : invernáculos del siglo XIX, transparencias, reflejos y aire : cuatro atmotopos entre islas y nubes, 1818-1918


  • Autor: BENEYTEZ DURAN, Rafael

  • Título: Atmósferas : invernáculos del siglo XIX, transparencias, reflejos y aire : cuatro atmotopos entre islas y nubes, 1818-1918

  • Fecha: 2015

  • Materia: Sin materia definida

  • Escuela: E.T.S. DE ARQUITECTURA

  • Departamentos: PROYECTOS ARQUITECTONICOS

  • Acceso electrónico: http://oa.upm.es/43305/

  • Director/a 1º: HERNÁNDEZ LEÓN, Juan Miguel

  • Resumen: ¿Cómo representar algo que ni el ojo ve y ni el tacto siente? La noción de atmósfera en arquitectura no es solo condiciones de aire, atemperamiento o termodinámica, ni solo fenomenología, un constructo cultural o una pauta ilusionista. No tiene una gradación escalar, una forma estable o una condición numérica. Es todo ello y bastante mas, simultaneo y acontecimiento. La idea de atmósfera es un fantasma que sobrevuela enigmáticamente la arquitectura, que escapa a la objetividad, que anima la subjetividad y está presente en todo momento. “Atmosphere is my Style” Turner a Ruskin “El concepto de atmósfera entorpece el discurso arquitectónico; caza a aquellos que tratan de evitarlo y elude a aquellos que lo persiguen. Las formas no acaban en su límite físico. Las formas emanan y modelan el espacio” Sigfried Giedion. “Construir un edificio es construir una atmósfera” Mark Wigley “La bruma de las velas de carnaval es la verdadera atmósfera del arte” Nieztsche parafraseando a Semper Determinadas obras recientes, en los campos del arte, la arquitectura y el pensamiento han planteado nuevos problemas al respecto. Y quizá esto permite retomar el mundo ya hecho, reescribir su historia y pensar nuevamente la atmósfera, ya no como un fantasma sino como forma. El objetivo principal de esta investigación ha sido el de localizar los enunciados de la atmósfera como forma en arquitectura. Para ello ha sido necesario localizar sus orígenes, representar una línea de débil declive entre los estratos acumulados de conocimiento de la disciplina arquitectónica, y discernir entre las estructuras de pensamiento de la Modernidad y la Postmodernidad cual de ellas es capaz de representarla y consecuentemente disponerla al uso disciplinar. ¿Pero es realmente posible hacer esto en un mundo construido con infinitud de objetos y sujetos? Quizá como consecuencia de las técnicas de globalización creciente, la expresión de la preocupación ecológica y su consecuente protagonismo medioambiental, el debate de la crisis energética, o el pesimismo sobre la finitud de las condiciones de medio han llevado a determinados actores a dar forma explícita al problema de la atmósfera. A su vez, este contexto de intensa visibilización relacional, ha reforzado el medio propicio para convocar en las escuelas de arquitectura un activismo cuyo punto de interés está en un campo desenfocado entre objeto y sujeto. Localizado este en un territorio de proliferación de híbridos entre humanos y no humanos cuyas formas convocan por igual la necesidad de hacer mapas y construir artefactos. En definitiva y como resultado, una propuesta para una arquitectura imbricada en una doble dirección donde tanto la histórica condición objetual arquitectónica, como todas sus consecuencias y relaciones han traído, al frente de la disciplina, campos de intensidades representados en cartografías que se convierten en verdaderas herramientas de proyecto. No es de extrañar esta situación en un marco de crecimiento exponencial de tecnificación de la comunicación global. Una situación que ha hecho del globo un único lugar. Un único lugar caracterizado porque todo punto o partícula puede ser conectado con todo otro punto o partícula si ambos pertenecen al mismo campo, a la misma estructura o participan de las “supersimetrías” de la misma realidad. Este descentramiento de la obra entre objetualidad y cartografía pensado desde la multiplicidad, los campos relacionales y los gradientes de intensidad, y ya no desde el dominio de la objetualidad es lo que está en debate entre determinadas voces ya maduras y las nuevas generaciones. Y he aquí que han permitido la expresión de ciertas formas radicales donde todo es relación, todo es información, todo es acontecimiento y sus formas pueden ser llamadas atmosféricas, otra cosa será cuan disciplinar pudiéramos ser capaces de considerarlas en el tablero proyectual de la arquitectura. ¿Cuáles son estas formas? ¿Qué aplicación tiene al campo disciplinar? ¿Son capaces de establecerse como pauta o herramienta disciplinar estas radicales cuestiones de medio? A través de la obra del filosofo francés Gilbert Simondon: “La individuación”, la investigación a encontrado una línea argumental que he utilizado para reconstruir desde los albores de la Modernidad la historia reciente de determinados acontecimientos arquitectónicos entre pautas de carácter técnico, artístico, y espacial. Un libro cuya propuesta es ni mas ni menos la de “pensar todo de nuevo”, y cuya solución al problema del título es la de disolver pensamiento y acción, imbricándolas en una misma cosa, pues Simondon establece una fuerte pauta: la información se consolida como una realidad tan verdadera como todas las que hasta ahora hemos considerado sin dudas. A contra pelo de la mas larga historia disciplinar, sus tratados y sus manifiestos donde la arquitectura tiene como pauta dominante una narración material, este “pensar de nuevo”, pregunta sobre determinadas verdades en las que se apoya la totalidad de la practica. Practica que es para unos, forma cristalizada en el ojo, y para otros, materia donde el devenir queda fuera del discurso. Para otros muchos una depuración formal desde la evolución técnica o se ordena mediante una evolución histórica de las formas estimuladas por los cambios técnicos. Un archivo imparable organizado con argumentos de historicidad que coinciden y refuerzan las concepciones positivas de materialidad en arquitectura, sus formas propias y tipos. Pensando la disciplina desde Simondon, después Deleuze y Guattari, y varios otros que no convoco en este primer texto, en el que se refiere en el sentido fuerte de la palabra a esta “heterogeneidad”, cabría pensar que la arquitectura abusa de una imagen de estabilidad a la que el hombre sabe de sobras que es difícil contestar, frente a un devenir que domina los tiempos, la geología, la meteorología y la inestabilidad cosmológica. Medidas extraordinarias que han sido exorcizadas en nuestra practica a favor de una historia rica en formas y evoluciones. Quizá, tal representación de esta estabilidad ha sido uno de los poderes ocultos mas comúnmente convocados tanto por los arquitectos en sus proyectos y arquitecturas como por los usuarios que las habitan. ¿Qué tiene la imagen de la estabilidad que se ha convertido en pauta dominante?, ¿en un énfasis de la gravedad para el dominio formal de los hechos arquitectónicos? Desde esta postura arraigada al suelo podríamos formular otra emancipada de él. ¿Podría ser la atmósfera la otra cara de la misma moneda que paga el hecho arquitectónico? Rápidamente aparece el discurso de climatización, del aire como sustancia, del aire acondicionado o atemperado, de la cabaña y la hoguera, del “fuego y la memoria” de Luis Fernández Galiano, el debate de la máquina de Reyner Banham, la mecanización de Giedion, el “Junk Space” de Rem Koolhaas o la belleza termodinámica de Iñaki Ábalos. Discursos sin duda disciplinares de fuerte impacto formal y que se desenvuelven en la practica arquitectónica ocupando cada vez mas espacio, demanda técnica, política y social. Pero no es de esta manera en la que planteo la pregunta. Mas bien se parece a la que se derivaría de la lectura de Sigfried Ebeling en su texto “Der Raum als Membran” del año 1926. Texto que tuvo una profunda repercusión sobre la obra de Mies van der Rohe. Una visión que inserta la practica arquitectónica como mediadora y fuertemente implicada entre las condiciones energéticas del planeta, el cosmos y los flujos de radiación; entre las emisiones, el comportamiento de las partículas elementales y los campos, definiéndola como “membrana” intermediadora de una realidad cósmica. Ebeling representa una realidad que viajaba hacia las preguntas difíciles de la ciencia, en tanto que materia, energía y de sus bases para el “modelo estándar de física de partículas”. ¿En qué medida deberíamos retomar para la disciplina una mayor aproximación a los problemas y respuestas de la ciencia sobre la pregunta por la materia, a sabiendas que es la materia uno de los asuntos fuertes de nuestra practica profesional? ¿En que medida el concepto de “dimensiones intermedias” que maneja la física está desmentido por los nuevos descubrimientos y demostraciones? Y como consecuencia ¿En que medida la arquitectura existe como objeto de conocimiento dentro de todas las nuevas aperturas sobre la constitución, individuación y las peculiaridades de adquisición de masa de la partícula? La arquitectura que plantea Ebeling está colmada de aciertos si se la mira desde la actualidad del conocimiento de la física. Su texto considera de algún modo la existencia de fuerzas fuertes, débiles, electromagnéticas y la gravedad. Se aproxima a ideales energéticos en continuidad absoluta. No hay objetos sino campos de intensidad. La metáfora de la membrana es la metáfora que acompaña a esta tesis en tanto que considera la arquitectura como un mediador vibratorio de campos de intensidad. Una membrana que modula, que modela, no un molde ABSTRACT How to represent something that neither the eye sees and the skin can´t touch? The notion of atmosphere architecture is not only air conditions, tempering or thermodynamics, not only phenomenology, a cultural construct or illusionist pattern. There is a gradation scale, a stable form or a numerical condition. It's all and rather more, simultaneous and event. The idea of atmosphere is a ghost that hovers enigmatically over the architecture, which escapes the objectivity, encouraging subjectivity and is present at all times. "Atmosphere is my Style" Turner Ruskin "The concept of atmosphere hinders the architectural discourse; hunts down those who try to avoid and elude those who persecute. Forms does not end in its physical limit. Emanating forms and model space " Sigfried Giedion. "Building a building is to build an atmosphere" Mark Wigley "The mist of carnival´s candles is the true atmosphere of art" Semper paraphrase Nieztsche Certain recent works in the fields of art, architecture and new problems have arisen thought about it. And perhaps this can retake the world and done, rewrite history and think the atmosphere again, not as a ghost but as a form. The main objective of this research was to locate the statements of the atmosphere as how architecture. To do this it was necessary to locate its origins, represent a line of weak decline among the strata accumulated knowledge of the architectural discipline, and discern between the structures of thought of modernity and which Postmodernism of them is able to represent and therefore arrange it to be used in the discipline. But is it really possible to do this in a world built with infinity of objects and subjects? Perhaps as a result of increasing globalization techniques, expression of ecological concern and consequent environmental role, the debate of the energy crisis, or pessimism about the finiteness of the medium conditions have led certain actors to give explicitly the problem of the atmosphere. In turn, this context of intense relational visibility, strengthened the enabling environment to convene in architecture schools an activism whose landmark is in a blurred between object and subject field. Located in an area of the proliferation of hybrids between humans and nonhumans alike whose forms convene the need to build maps and artifacts. In short and as a result, a proposal for an architecture interwoven in two directions where both historical objetual condition of architecture , as all its consequences and relationships have brought to the forefront of the discipline, field intensities represented in maps that become true project tools. It's no wonder this situation in a context of exponential growth of modernization of global communication. A situation that has made the globe a unique place. A unique place wherein any point or particle can be connected to any other point or particle if both belong to the same field, the same structure or part of the "supersymmetry" of the same reality. This runout between objectivity and the map, works over a plan from multiplicity, relational fields and gradients of intensity, and not from the domain of objectivity is what is being debated between certain and mature voices and new generations. And here you have enabled the expression of certain radical forms where everything is relative, everything is information, everything is event and forms can be called atmospheric, something else will be how discipline might be able to consider them in the projective board architecture. What are these forms? What is the disciplinary field application? Are they able to establish itself as a guideline or tool to discipline these radical issues of environment? Through the work of the French philosopher Gilbert Simondon: "The individuation", the research found a plot line that I used to rebuild since the dawn of modernity the recent history of events between certain architectural guidelines technician, artistic, and space. A book whose proposal is neither more nor less "thinking all over again", and the solution to the problem of the title is to dissolve thought and action, imbricándolas in the same thing, as Simondon establishes a strong pattern: consolidates information as a reality as true as all that we have hitherto regarded without doubt. Oposite to the longest disciplinary history, treatises and manifestos where the architecture has a substantive pattern dominant narrative, this "think all again", ask about certain truths in which the entire practice is based. Practice is for some, crystallized form in the eye, and other stuff where the future is beyond speech. For many a formal clearance from the technical or evolution it is ordered by a historical evolution of forms stimulated by technical changes. It organized an unstoppable file arguments historicity that match and reinforce positive conceptions of materiality in architecture, its own forms and types. Thinking discipline from Simondon, Deleuze and Guattari after, and several others not convened in this first text, which refers to the strong sense of this "diversity", one would think that architecture abusing a picture of stability which man is well aware that it is difficult to answer, compared to a future that dominates the times, geology, meteorology and cosmological instability. Extraordinary measures that have been exorcised in our practice for a history rich in forms and developments. Perhaps, such a representation of this stability has been one of the hidden powers more commonly called both by architects in their projects and architectures as by users who inhabit them. What does the image of stability that has become dominant pattern ?, an emphasis on gravity to the formal domain of architectural facts? From this stance rooted to the ground we could ask another emancipated from him. Could the atmosphere the other side of the same coin that pays the architectural fact? Quickly speech appears, air-like substance, air conditioning or tempering the cabin and the fire, "fire and memory" by Luis Fernández Galiano, debate machine Reyner Banham, mechanization appears Giedion The "Space Junk" Rem Koolhaas or thermodynamics beauty of Iñaki Abalos. Speeches disciplinary certainly strong formal impact and that operate in the architectural practice increasingly occupying space, technical demands, political and social. But it is not this way we pose the question. Rather it seems to be derived from reading Sigfried Ebeling in his text "Der Raum als Membran" 1926. Text had a profound impact on the work of Mies van der Rohe. A vision that inserts architectural practice and strongly implicated as a mediator between the energetic conditions of the planet, the cosmos and radiation fluxes; between emissions, the behavior of elementary particles and fields, defining it as "membrane" intermediary of a cosmic reality. Ebeling shown a reality that traveling to the difficult questions of science, while materials, energy and bases for the "standard model". To what extent should return for greater discipline approach to problems and answers of science on the question of the subject, knowing that the matter is one of the great issues of our professional practice? To what extent the concept of "intermediate dimensions" that handles the physics is contradicted by new findings and demonstrations? And as a consequence what extent architecture exists as an object of knowledge within all new openings on the constitution, and the peculiarities of individuation acquisition of particle mass? Ebeling posed architecture, is full of successes if looked at from the present knowledge of physics. Your text considered somehow the existence of strong, weak, electromagnetic forces and gravity. It approaches to energy ideals in absolute continuity. No objects but intensity fields. The metaphor of the membrane is the metaphor that comes with this thesis as it considers architecture as a mediator vibratory field intensity. A membrane that modulates, modeling, not a mold.