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Tesis:

An assessment of the impacts of rising food prices on consumers : implications for the welfare of the poor and vulnerable


  • Autor: GARCÍA-GERMÁN TRUJEDA, Sol

  • Título: An assessment of the impacts of rising food prices on consumers : implications for the welfare of the poor and vulnerable

  • Fecha: 2016

  • Materia: Sin materia definida

  • Escuela: E.T.S. DE INGENIEROS AGRONOMOS

  • Departamentos: ECONOMIA AGRARIA, ESTADISTICA Y GESTION DE EMPRESAS

  • Acceso electrónico: http://oa.upm.es/45808/

  • Director/a 1º: BARDAJÍ AZCÁRATE, Isabel
  • Director/a 2º: GARRIDO COLMENERO, Alberto

  • Resumen: La evolución de los precios mundiales de las materias primas agrarias en los últimos años ha generado cierta preocupación sobre su posible impacto en el bienestar de los pobres, no sólo desde la perspectiva de los países en desarrollo sino también desde la de la población más vulnerable en los países desarrollados. Comprender las implicaciones de los cambios de los precios de las materias primas agrarias es un elemento clave para garantizar la seguridad alimentaria. La tesis tiene como objetivo evaluar las posibles consecuencias del aumento de los precios de los alimentos en el bienestar de los consumidores y hogares desde una perspectiva global. En concreto, la tesis se centra en las posibles consecuencias sobre el bienestar de la población de la Unión Europea y de Tanzania como ejemplo de países desarrollados y en desarrollo, respectivamente. A pesar de que el impacto de la subida de los precios de los alimentos sobre el bienestar de los consumidores de la Unión Europea pueda parecer limitado, el acceso a los alimentos de determinados segmentos de la población puede verse perjudicado ante un escenario de subida de estos a la luz de las desigualdades existentes entre Estados Miembros y dentro de los Estados Miembros en términos de precios de los alimentos, presupuesto destinado a los alimentos e ingresos. Sin embargo, el verdadero desafío del aumento del precio de los alimentos reside en los países de bajos ingresos, donde vive la mayor parte de la población que padece inseguridad alimentaria y donde la capacidad de hacer frente a este tipo de adversidades sigue siendo todo un reto. En primer lugar, uno de los objetivos de la tesis es evaluar el impacto del aumento repentino de los precios de las materias primas agrarias en el mercado mundial en el bienestar de los consumidores de la Unión Europea, a la luz de las recientes crisis que han tenido lugar en 2007- 2008 y 2011-2012. Como primer paso, es necesario evaluar la transmisión entre los precios mundiales de las materias primas agrarias y los precios de consumo de los alimentos. Para ello, se desarrollan modelos de corrección del error para cada Estado Miembro con el objeto de evaluar en qué medida y a qué velocidad los cambios de los precios mundiales de las materias primas agrarias afectan a los precios de consumo de los alimentos en los países de la Unión Europea, teniendo en cuenta para ello tres índices distintos de precios mundiales de materias primas agrarias y una serie de parámetros de cambio de oferta y demanda. Los resultados revelan una relación de equilibrio a largo plazo entre los precios en el mercado mundial y los precios de consumo de los alimentos en la mitad de los Estados Miembros con independencia del índice mundial utilizado. A pesar de esto, se encuentran diferencias entre los Estados Miembros tanto en el hecho de que el mercado mundial de materias primas agrarias y los precios de consumo estén o no integrados como en el grado y la velocidad a la que los precios mundiales de las materias primas agrarias afectan a los precios de consumo de los alimentos. Si los Estados Miembros se clasifican en diferentes categorías según su pertenencia a la eurozona, es evidente que el proceso de transmisión de precios se asemeja más dentro de cada grupo. A pesar de que existe una relación de equilibrio a largo plazo para la mayoría de los estados miembros, la medida y velocidad a la que los precios vuelven al equilibrio es bastante débil. Los resultados también sugieren que los parámetros de cambio de oferta y demanda juegan un papel clave en el proceso de transmisión de precios. Este capítulo concluye que ante una crisis de los precios mundiales de las materias primas agrarias, el aumento de precios de los alimentos puede afectar al consumo de aquellos hogares que emplean una gran parte de sus ingresos en alimentación y al estado de salud de sus integrantes, a pesar de que el impacto del aumento del nivel de los precios en los mercados mundiales en los precios de consumo de los alimentos sea limitado y temporal. En segundo lugar y una vez demostrado que los precios mundiales de las materias primas agrarias y los precios de consumo de los alimentos están relacionados y que los primeros pueden tener un efecto sobre los segundos y sobre el bienestar de algunos de los hogares más vulnerables de la Unión Europea, los análisis empíricos a nivel del hogar pueden ofrecer un análisis más detallado del impacto de la subida de los precios de los alimentos en el bienestar de los consumidores de la Unión Europea. Se utiliza la Encuesta de Condiciones de vida de la Unión Europea con el objeto de comprobar si el aumento del precio de consumo de los alimentos —y la desviación del precio de consumo de los alimentos sobre el índice general de precios al consumo— ha tenido un impacto en una medida de la privación de alimentos que mide el acceso a una ingesta adecuada de proteínas en los hogares de la Unión Europea. Para llevar a cabo el análisis se utilizan modelos marginales. El análisis se ha realizado en el periodo comprendido entre 2003-2011 y que coincide por tanto con el periodo en el que tuvo lugar la crisis de precios de las materias primas agrarias de 2007-2008. Los resultados no muestran una evidencia clara de un incremento de esta medida de privación de alimentos tras la reciente crisis de precios mundiales de las materias primas agrarias. Sin embargo, los resultados sugieren que existe una relación significativa y negativa entre la medida de privación de alimentos y el índice de precios de consumo de alimentos durante el período analizado, periodo en el que, tras la crisis de precios de las materias primas agrarias, el índice de precios al consumo de los alimentos aumentó en distintos lugares del mundo. Los hogares más vulnerables a la escasez de alimentos son aquellos que pertenecen al quintil más bajo de ingresos en los Estados Miembros que han accedido recientemente a la Unión Europea. Estos resultados proporcionan evidencia para concluir que el aumento de precios de los alimentos tienen un impacto en el consumo de alimentos en los hogares más pobres de la Unión Europea. Los resultados pueden ser útiles para la evaluación de los programas de asistencia alimentaria que tienen por objeto compensar los efectos negativos del aumento de precios de los alimentos. En tercer lugar, Tanzania parece un ejemplo particularmente adecuado para evaluar las consecuencias a corto plazo del aumento del precio de los alimentos sobre el bienestar de la población en los países en desarrollo, ya que las carencias en el consumo calórico y la malnutrición continúan siendo un problema generalizado. Además, el aumento del sobrepeso y la obesidad se está convirtiendo en un problema cada vez más grave. Teniendo en cuenta la naturaleza multidimensional de los impactos de la subida de los precios de los alimentos sobre el bienestar de la población, la tesis tiene como objetivo examinar las consecuencias de la subida del precio del maíz en el estado nutricional real de la población adulta, ampliando así el enfoque seguido hasta ahora. Se simula el impacto de una subida de los precios del maíz, que es el alimento básico en Tanzania, en el peso de la población y su incidencia en la prevalencia de peso por debajo de lo normal, la prevalencia de exceso de peso y la prevalencia de obesidad. De esta forma, la tesis explora los posibles efectos de las crisis de precios de alimentos en dos de las tres dimensiones de la malnutrición —la desnutrición y la sobrealimentación. Se desarrolla un modelo de demanda de alimentos que permite llevar a cabo más adelante una simulación que transforma los cambios en el consumo de calorías en cambios en el peso corporal de la población. Los resultados muestran que, ante un aumento del precio del maíz, la desnutrición aumenta mientras que la población con sobrepeso y obesidad mejora su estado nutricional. Esto se debe a que las escasas posibilidades de sustitución se limitan a otros alimentos ricos en energía con un bajo contenido en micronutrientes. Sin embargo, los resultados muestran indicios de que los patrones de consumo de la población con sobrepeso y obesidad podrían estar evolucionando hacia los patrones que caracterizan una etapa temprana de la transición nutricional. Los cambios en la dieta y en los patrones de actividad debido al crecimiento económico y a la urbanización entre otros típicos de la transición nutricional están impulsando el aumento de la obesidad a lo largo del mundo. El capítulo concluye que en un futuro próximo se necesitarán programas que aborden simultáneamente estas dos facetas de la malnutrición, la desnutrición y la sobrealimetación, según siga desarrollándose la transición nutricional. La tesis concluye que aunque el impacto de los precios más elevados de los productos agrarios o de los alimentos sea limitado y temporal, pueden afectar al bienestar de los hogares más vulnerables que destinan una mayor parte de sus presupuesto a la alimentación, ya sea a través del consumo o del nivel de seguridad alimentaria o de nutrición. El impacto del aumento de los precios de los alimentos en los consumidores no sólo dependen del país, sino también del segmento de la población considerado y del período de tiempo estudiado. Esto queda claramente patente en los resultados del estudio de la Unión Europea en el que los Estados Miembros en los que el gasto de los hogares destinado a la alimentación es elevado tienen generalmente elasticidades de transmisión de precios entre los precios del mercado mundial y los precios de consumo más elevadas y cuyos hogares tienen una mayor probabilidad de carecer de alimentos, mientras que dicha probabilidad aumenta más en el quintil más bajo de renta como resultado del aumento de precios de los alimentos. Sin embargo, los efectos son en términos generales pequeños aunque sean relevantes para los segmentos más vulnerables de la sociedad. En los países en desarrollo, como Tanzania, donde el gasto de los hogares en alimentos es más elevado y el consumo de alimentos está limitado en gran medida por el nivel de renta, el impacto del aumento del precio de un alimento básico puede conllevar una pérdida considerable en el consumo de calorías. Esto se debe a la disminución del presupuesto disponible para adquirir productos sustitutivos a raíz de la subida del precio del alimento básico y a que las posibilidades de sustitución no pueden ser suficientemente utilizadas, con los consecuentes efectos adversos en los resultados nutricionales. ABSTRACT The recent developments in world agricultural commodities prices have given rise to serious concerns in relation to their potential impact on the welfare of the poor, not only from the perspective of developing countries but also from that of the most vulnerable in developed countries. Understanding the implications of changes in agricultural commodities prices is key for ensuring food security. This thesis aims at evaluating the potential consequences of rising food prices on the welfare of consumers and households from a global perspective. Specifically, the thesis focuses on the European Union and Tanzania as examples of the developed and the developing world respectively. Even though the impact of rising food prices on the welfare of European Union consumers may seem to be limited, given the inequalities existing between and within member states in terms of consumer food prices, household food budget and household income some segments of the population may find difficulties in their access to food under a scenario of higher food prices. However, the real threat of increased food prices to the welfare of the population lies in low-income countries, where the vast majority of the food insecure population live and the ability to cope with food price related shocks continues to be a challenge. First, this thesis aims at assessing the effects of changes in world agricultural commodity prices on consumer welfare in the European Union in light of the recent agricultural commodities price crises occurred in 2007-2008 and 2011-2012. As a first step, it is necessary to evaluate price transmission between world agricultural commodity and consumer food prices. To evaluate the extent to and speed at which world agricultural commodity price movements affect consumer food prices in the European Union member states, error correction models are developed taking into consideration three types of world agricultural commodity price indices and supply and demand shifters. The findings reveal a long-term equilibrium relationship between world market and consumer food prices in half of the member states irrespective of the world index used. Despite this, there are differences in both the integration between world and consumer food markets and the extent to and speed at which agricultural commodity price movements impact consumer food prices within integrated markets across member states. When member states are classified into different categories according to eurozone membership, price transmission across member states does not differ so widely. Even though a long-term equilibrium relationship exists for a majority of member states, the extent to and speed at which prices return to equilibrium is insubstantial. The results also suggest that supply and demand shifters play a key role in the process of price transmission between global and consumer prices. This chapter leads to the conclusion that increased food prices may affect the consumption and health of households that spend a large share of their income to food in the face of price shocks in world markets, even if the impact of higher price levels and volatility in global markets on consumer prices is limited and temporary. Second, empirical analyses at the household level may offer depth in measuring the impact of rising food prices on the welfare of European Union consumers, once shown that global agricultural commodity prices are related to and may have an effect on consumer food prices and on the welfare of some of the most vulnerable European Union households. To this end, the European Union Statistics on Income and Living Conditions are used to test whether increasing food prices —and the deviation of food prices relative to general consumer prices— have an impact on food deprivation in European Union households, particularly on the access of households to an adequate protein intake. The analysis, which is undertaken from 2003 to 2011 and thus coincides with the surge in agricultural commodities prices of 2007-2008, uses population-averaged panel data models. The results show no clear evidence of an increase in food deprivation following the recent food price crisis. Nevertheless the results suggest that there is a significant and negative relationship between food deprivation and the consumer food price index during the analyzed period, period in which the consumer food price index increased around the world following the 2007-2008 world food price increase. The most vulnerable households to food deprivation are those belonging to the lowest income quintile in the member states recently acceded to the European Union. These findings provide evidence to conclude that increased food prices do have an impact on food consumption in the poorest European Union households and may be useful for the evaluation of food assistance programmes that aim to compensate the negative effects of increasing food prices. Third, Tanzania seems a particularly convenient example in which to assess the short-term consequences of increasing food prices on the welfare of the population in developing countries, as food energy deficiencies and malnutrition continue to be a widespread problem among its population. Furthermore, the rise in overweight and obesity in developing countries is becoming an increasingly severe problem. Considering the multidimensional nature of the welfare impacts of increased food prices, the thesis aims at broadening the focus followed so far and examine the consequences of a price surge on the adult population’s actual nutritional status. By simulating the impact of the main staple’s price increase on the population’s weight outcomes and its incidence in the prevalence of underweight, overweight and obesity, the thesis explores the potential effects of price increases in two of the three dimensions of malnutrition —undernutrition and overnutrition. A food demand model that allows to later undertake a calorie-to-weight simulation is developed. The findings show that undernutrition increases in the face of the price increase, while the overweight and obese population actually improve their nutritional status. This is due to the scarce substitution possibilities which are restricted to other energy-dense foods with a low content in micronutrients. However, the results provide some evidence to support that consumption patterns could be evolving towards the typical patterns that characterize an early stage of the nutrition transition. The shifts in the diet and activity patterns due to economic growth and urbanization amongst others typical of the nutrition transition are driving an increase in obesity around the world. The findings suggest that there will be a need for programmes that address simultaneously the undernutrition and overnutrition facets of malnutrition in the near future as the nutrition transition continues to develop. The thesis concludes that even if the impact of higher agricultural commodity or food prices is limited and temporary, they may affect the welfare of the most vulnerable households that spend a large share of their income to food, either through their consumption or their food security and nutrition status. The impacts of increased food prices on consumers will depend not only on the country but also on the segment of the population within the country and the time frame studied. This is clearly illustrated by the findings of the European Union analyses in which member states with a large average share of household expenditure on food generally have larger price transmission elasticities from global market prices to consumer food prices and have a higher probability of being food deprived, while this probability increases more in the lowest income quintile in the face of the food price rise. Nonetheless, the effects are in general terms small, although relevant for the most vulnerable segments of society. In developing countries such as Tanzania where the share of household expenditure on food is significantly higher and food consumption is constrained by household income, the impact of a staple price increase can entail a large calorie intake fall. The increase in the price of maize decreases the available budget to substitute to other foods and substitution possibilities cannot be sufficiently used to avoid the calorie fall, with the resulting adverse effects on nutrition outcomes.